Escapar de vÃnculos falsos*
Richard G. Geldard
Demasiado a menudo se acusa a Emerson de ser quijotesco. Cuando se le preguntó a la difunta Susan Sontag por qué en sus primeros años de profesión no escribió sobre las figuras literarias americanas más importantes, incluida la de Emerson, respondió que siempre habÃa querido que sus ensayos fueran útiles. La ausencia de cursos universitarios sobre “Emerson aplicado” confirmarÃa que el razonamiento de Sontag es correcto. El propio visionario ya lo dijo con suficiente claridad en ‘Consideraciones tempestivas’ (uno de los capÃtulos de La conducta de la vida): “Hay tanto hado, tanto irresistible dictado del temperamento y de la inspiración desconocida en ella, que dudamos de poder decir nada sobre nuestra experiencia que sirva de ayuda a los demás”. Mi pregunta, a pesar de este descargo de responsabilidad, es si podemos decir que Emerson es, al final, un autor útil. ¿Cómo podrÃan interpretarse estos dos versos del prólogo poético?
El más rico de los señores es el uso
Y la musa más rubicunda, la salud.